febrero 21, 2022

¿Es verdaderamente Sostenible la Moda de las prendas de Segunda Mano?



Actualmente el uso de prendas de segunda mano vive un auge sin igual. Este es un mercado que sigue creciendo, marcas nuevas y posicionadas se suman a esta tendencia, y se cree que seguirá así en los próximos años.

Los precios reducidos, la variedad y la promesa de ser una alternativa más sostenible atraen a los consumidores de moda más consientes.


Y es que a la fecha quién no ha escuchado de la moda sostenible. De la preocupación por no contaminar al producir prendas de vestir. Se critica constantemente el modelo de hacer negocios de las marcas fast-fashion. Las infames marcas de moda rápida que sacan muchas colecciones de moda al año sin importarles el impacto negativo que provoca su producción.


Sin embargo, a pesar de todas las críticas que reciben estas polémicas cadenas de moda. Estas siguen vendiendo bien. No todas, es verdad, pero lo suficientemente bien para que este atractivo modelo de negocio haya hecho crecer a nuevos protagonistas como SHEIN.

Y es que a pese a toda la mala publicidad que tenga, siempre hay algo que es difícil de vencer: La emoción que provoca tener ropa “nueva” en nuestras manos. Ropas diferentes que vamos a mostrar en fotos y videos de Instagram o Tiktok.

Es verdad también que muchas de estas cadenas han optado por ofrecer colecciones sostenibles. Justamente como respuesta a los consumidores interesados en adquirir ropa socialmente responsable. En el caso de las prendas de lujo, el atractivo no es sólo extender el ciclo de vida de una prenda y evitar que termine en el basurero, sino poder adquirir una prenda original a menor precio.  


En este sentido, surge la gran ola de las ropas de segunda mano. Según informes de ThredUp.com su popularidad está en ascenso, y además se prevé que siga subiendo en las próximas décadas.

Una muestra son las marcas Vinokilo Circle, Vestiaire Collective, The Real Real, Net-A-Porter que forman parte de este negocio.


Por otro lado, el problema radica en que usar ropa de segunda se está utilizando como una excusa para no sentirse culpable de cambiar de atuendo tan seguido. Y no como una manera consciente de modificar la conducta de compra. Si el mercado de la ropa de segunda mano sigue avanzando sobrepasará al del fast-fashion. Suena bien. Pero llegará un punto en que todos tendrán ropa de segunda mano en su closet, y se seguirá descartando la ropa en basureros porque la disponibilidad de venta de ropa usada sobrepasó a las personas que realmente la necesitan. Así como hoy con las tiendas que no venden todo el stock.


Entonces, ¿estamos incentivando a un consumo de ropa descontrolado y lo justificamos añadiendo el uso de ropa usada? Sí, es cierto que podemos extender la vida de una prenda al venderla como de segunda. Pero eso no quita el impacto al ambiente que produjo su fabricación, y su posterior descarte. En consecuencia, al vender prendas de segunda se deben usar detergentes para limpiar, y eso también contamina el agua a causa de los microplásticos. Esto hace que el número de lavadas no haga esta práctica tan sostenible.


Finalmente, toda iniciativa es buena queda en nosotros conocer investigar y decidir y tener presente que la mejor manera de ser sostenible empieza en reutilizar lo que se tiene en el propio closet. 

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